Este área de investigación, en la frontera entre la quimica supramolecular, la nanotecnología y la biomedicina, tiene por objetivo último descubrir nuevas herramientas moleculares para la terapia y diagnosis de enfermedades prevalentes en el siglo XXI, entre las que se encuentran el cáncer, el alzheimer o las infecciones por bacterias multi-resistentes. Las líneas de trabajo incluyen desde aspectos básicos, tales como el estudio de las bases moleculares de distintos procesos biológicos hasta aspectos más aplicados, como son el descubrimiento de nuevos fármacos y el desarrollo de estrategias para su administración.